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DEFENSORES DE OVIEDO

Imágenes

Monumento a Teijeiro

Monumento a Teijeiro

Pregón del LXXIV Aniversario de la Liberación

Pregón del LXXIV Aniversario de la Liberación

La catedral de Oviedo

La catedral de Oviedo

Estado en que quedó la catedral de Oviedo tras los bombardeos republicanos durante el asedio.

La Universidad de Oviedo

La Universidad de Oviedo

 Aspecto del patio de la antigua Universidad tras los bombardeos rojos.

 

Oviedo mártir

Oviedo mártir

En la azotea del Instituto de Previsión

En la azotea del Instituto de Previsión

Defensores en la azotea de la Caja Asturiana de Previsión, en la Plaza del Carbayón (Oviedo)

 

Antiguo monumento en el Naranco

Antiguo monumento en el Naranco

 En el alto del Naranco, monumento existente hasta 1986.

Texto de la placa: 

"En memoria del heroico teniente coronel D. Rafael Gallego Sainz, como homenaje a las bravas fuerzas de Marruecos que encumbradas en el Naranco fueron para Oviedo el mensajero glorioso de su liberación el 17-10-1936".

 

 Los Regulares en la liberación de Oviedo

El día 12 de febrero de 1937 el IV Tabor, trasladado desde Algeciras a Asturias, inicia a su vez desde Grado, la carrera hacia Oviedo, para salvar a los heroicos defensores.

El día 17 formando la vanguardia de la columna en una atrevida operación nocturna ocupan el Monte Naranco, que era la llave de la liberación de Oviedo y defendiendo la posición de numerosos contraataques enemigos.

En la mañana del día 21 el enemigo desencadena una ofensiva brutal contra Oviedo y sus comunicaciones, el Tabor es relevado de la posición del Naranco y trasladado urgentemente a Oviedo y participa activamente en el restablecimiento de la situación en lugares muy peligrosos, que el enemigo había asaltado y acudir a taponar brechas abiertas en nuestras líneas de defensa, mediante luchas épicas en las que el arma blanca y las granadas de mano tuvieron la palabra.

Así como primero recupera Pando, posición clave a escasos metros de la estación y del Cuartel de Pelayo, mediante un tremendo choque con el enemigo. No repuesto, recibe ordenes de acudir a rehacer la situación en el Stadium de Buenavista y así, en lucha constante el IV Tabor sufrió más del 70% de bajas, pero continuó combatiendo con gran espíritu de sacrificio donde se tenían que multiplicar para frenar los intensos asaltos que sufren del 10 al 14 de marzo, quién tras los numerosos fracasos quedo convencido de la inutilidad de sus esfuerzos.

Por su excelente actuación en la Liberación de Oviedo consigue la Medalla Militar Colectiva.