En el LXXIV Aniversario de la liberación de Oviedo
Fermín Alonso Sádaba
Presidente de la Hermandad de Defensores de Oviedo
Saludo
Cuando el deseo largamente sentido de llevar a la realidad la agrupación de cuantos realizaron la defensa de Oviedo, durante el cerco y asedio que duró desde Julio de 1936 a Octubre de 1937, pudo ser un hecho, surgió inmediatamente en quienes tomaron a su cargo la labor de reunirlos en una organización perfectamente ordenada, la idea de que ésta habría de conocerse por HERMANDAD DE DEFENSORES DE OVIEDO.
HERMANDAD, no por un modismo más o menos al uso, sino sencillamente porque no podía llamarse de otro modo el núcleo de hombres y mujeres nacidos del dolor y de la gloria de haber mantenido la ciudad bien armada, intacta de la garra marxista, limpia de la planta del enemigo rojo.
Al celebrar hoy unos actos oficiales conmemorativos de nuestra liberación, organizados por la Hermandad de Defensores y Cofradía de san salvador, bajo cuyo celeste patronazgo nos hemos colocado, este saludo ritual de los organizadores es algo más que un acto de formularia cortesía, es la alborozada bienvenida al hermano nunca olvidado, del que los azares de la vida pudieron, circunstancialmente , separarnos, pero al que siempre se tiene presente en el corazón y en el recuerdo.
Queremos que esta conmemoración por nosotros celebrada, sea sólo un pequeño exponente de lo que la Hermandad debe, puede y quiere hacer para mantener siempre encendido el recuerdo de aquella gesta y la memoria de los que en su realización se fueron, magníficos soldados de avanzada, a la guardia eterna.
Por ellos principalmente, que todo lo dieron sin haber podido cortar el laurel de la victoria, la Hermandad debe contar con el apoyo y el calor de todos los defensores que habrán de conseguir que su memoria se perpetúe en piedras y bronces.
En este aniversario de nuestra liberación queremos rendir nuestro testimonio de gratitud a cuantos nos ayudaron con su aliento, su prestigio, su entusiasmo y sus aportaciones a que la Hermandad fuese un hecho y a que hoy pudiésemos agruparnos, esperamos que sin una sóla excepción; puesto que a todos os requerimos con un sentido fraterno invitándoos a que nos acompañéis a celebrarlo, evocando piadosamente el recuerdo de aquellos cuya ausencia es ya definitiva; recordando el sacrifcio que la memoria de él nos impida malograr ésta y recordando con gratitud indeleble al general invicto Exco. Sr. D. Antonio Aranda Mata, artífice de nuestra resistencia, que al canalizar nuestro entusiasmo y organizar nuestros esfuerzos, circundó con el verde laurel de San Fernando el nombre de la Ciudad de Oviedo.
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