Las fuerzas defensoras de Oviedo
REGIMIENTO DE INFANTERÍA MILÁN Nº 32.- Todos sus hombres, mandados por el coronel Don Eduardo Recas Marcos, dieron ejemplo de disciplina y valor y, elevando el nombre del Regimiento a las cimas del heroísmo, alcanzaron la “Tercera Corbata de la Cruz Laureada de San Fernando” y la “Medalla de Oviedo”.
GUARDIA CIVIL.- Por disciplina, valor demostrado, profesionalidad, espíritu de sacrificio y también por ser el contingente más numeroso, fue pieza clave en la defensa de Oviedo. Mandada por el Teniente Coronel D. Carlos Lapresa Rodríguez, desarrolló toda clase de funciones, desde las propias de guardar el orden público, como el de dar golpes de mano o defender las posiciones avanzadas en la guerra de trincheras.
Dos secciones de la Guardia Ciivil, a las órdenes del Comandante de Asalto Caballero, participaron en la toma del cuartel de Santa Clara, hecho clave para el triunfo del Alzamiento en Oviedo.
El 20 de Julio de 1936, fuerzas de la Guardia Civil ya habían tomado posiciones en los puntos clave para la defensa de Oviedo, entre ellos Teléfonos, Telégrafos, estaciones de ferrocarril, etc.
En la Casa-cuartel de Lugones se constituyó inicialmente una avanzadilla de la línea inicial de defensa. Al poco, fue sitiada y su dotación, 35 guardias al mando de un sargento, defendió heroicamente la posición hasta que el mando ordenó su repliegue a La Corredoria. Esta operación fue apoyada por el envío de una columna.
GUARDIA DE ASALTO.- Al mando del Comandante D. Gerardo Caballero Olabézar. Por su gran preparación física, por su preparación militar, por su conocimiento del terreno, se convirtió en la fuerza de choque ideal para la defensa de Oviedo. Su misión fue, ante todo, participar en todos los ataques que se realizaron durante el cerco. Todo ello, sin descuidar el servicio de trincheras cuando así lo disponía el mando.
GRUPO DE ARTILLERÍA DE MONTAÑA.- Al mando del Capitán D. Luis Fernández Corujedo, por estar ausente de Oviedo el Comandante Jefe del mismo. A pesar de la carencia de medios, desempeñó una importantísima labor durante el cerco de Oviedo, destacándose en los combates de Olivares y en la toma de El Campón, operaciones en que su intervención fue decisiva.
En los últimos días del cerco, al carecer de munición para las piezas, los artilleros con sus mosquetones al brazo, lucharon en las trincheras junto a las demás fuerzas, sufriendo un importante número de bajas.
FALANGE ESPAÑOLA DE LAS JONS.- Al mando de D. Rafael Arias de Velasco Sarandeses. A base de voluntarios falangistas se completaron rápidamente las compañías de choque que fueron ejemplo de entusiasmo, abnegación y heroísmo. En las compañías del Milán, mandadas por los capitanes Bruzo, Gispert y Sánchez Herrero, en la 42ª y 18ª de Asalto, los falangistas formaron en ellas y ocuparon sin desmayos los huecos que, a lo largo del cerco, iba abriendo la metralla del enemigo.
Entre ellos, destacaron con luz propia los componentes de la HARKA que, por su valor temerario, eran admirados por la población ovetense.
Debemos destacar, dentro de los voluntarios de Falange Española, la labor realizada por los llamados “Flechas”, la adolescencia de La Falange que, al mando de Matamoros, y a pesar de sus pocos años, realizaron una lobor importantísima en la defensa de la ciudad. Entre otras actividades, desarrollaron una labor de enlace entre los distintos puestos de mando, incluido el del Coronel Aranda, y los puestos avanzados correspondientes, a ellos les correspondía transmitir el santo y seña o contraseña de cada día. Su actuación valerosa y, en muchos casos, heróica, fue reconocida por el Comandante Ladreda y así se lo expresó al enlace de su Batallón en las posiciones de Los Postigos y Santo Domingo.
LOS VOLUNTARIOS.- Atendiendo al llamamiento del Coronel Aranda, se presentaron el 20 de Julio de 1936 en los cuarteles del Milán, Santa Clara, Rubín y de la Guardia Civil, un gran número de voluntarios pertenecientes a organizaciones distintas a Falange Española. Debido a estar los voluntarios encuadrados y repartidos en todas las unidades que participaron en la defensa de Oviedo, no hubo combate de importancia en que no estuvieran presentes, siendo testigo de su actuación el tributo de sangre pagado en dichas acciones.
BATALLÓN DE VOLUNTARIOS DE OVIEDO.- Al mando del Comandante D. José María Fernández-Ladreda. Ante la angustiosa situación, producida por el goteode bajas imposibles de sustituir, nace el “Batallón de Voluntarios de Oviedo”, también conocido como “Batallón de Ladreda”. Sus componentes, sin estar en edad militar, se prestan a colaborar en misiones de retaguardia, aunque a finales de Septiembre de 1936, al reducirse el cerco de Oviedo, forman valientemente en primera línea, teniendo un 75% de bajas, entre muertos y heridos.
El Batallón de Voluntarios de Oviedo estaba formado por siete compañías al mando de:
D. Alfonso Barón de Torres, capitán de Caballería.
D. Juan García San Miguel, capitán de Ingenieros.
D. Ángel Chaín García, capitán de Artillería.
D. Plácido Álvarez-Buylla y López-Villamil, capitán de Artillería.
D. Juan Rodríguez Gómez, capitán de Artillería.
D. Amador González Soto, capitán de Artillería.
D. Simón Alonso González, capitán de Infantería.
Todos estaban retirados del servicio activo.
En el momento de la disolución del Batallón, el 19 de Julio de 1937, el General Aranda les decía: “Me siento emocionado, pues no podré olvidar que hombres llamados para la segunda línea, y libres casi todos ellos de obligaciones militares, han desempeñado durante el Cerco un puesto de vanguardia, cooperando como valientes en la Defensa de la heroica ciudad de Oviedo. De vuestro comportamiento no he de hablar, los muertos y heridos son la más clara muestra de vuestro heroísmo.”
LAS FUERZAS MINORITARIAS.- Automovilismo, Ingenieros-Zapadores, Estado Mayor, Centro de Movilización y Reserva, Caja de Reclutas, Carabineros, Intendencia, Sanidad Militar, Sección de Topografía, Transmisiones, Guardia Municipal, Serenos, Bomberos, y Agentes de Policía, participaron activamente en la Defensa de Oviedo, uniéndose a las fuerzas defensoras cuando la ciudad necesitó del esfuerzo de todos.
TODOS ESTAS FUERZAS GANARON PARA LA CIUDAD DE OVIEDO LOS TÍTULOS DE “INVICTA Y HEROICA” Y SUPIERON ELEVAR SU NOMBRE Y EL DE OVIEDO A LAS CIMAS DEL HEROISMO.
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